KIKO

FEDERICO PATINO URIBE
7
VOLANTE

Este hijo de Armenia (Quindío, no Europa del este), dice que es brasilero y que de niño jugaba futebol en el colegio con Robinho y Diego, en el estado de Foz de Iguazú. Ellos dos ficharon con grandes clubes internacionales tras su brillante paso por el Santos... Kiko fichó con el Gran Aguante Tiburón.

Tras su alegre llegada a la capital, Federicao dos Santos de Oliveira se trepó al primer puesto de amor y devoción al equipo: su pasión y desocupe lo llevó a proponer hacer mugs oficiales, banderas oficiales, platos oficiales, afiches oficiales, sudaderas oficiales, chaquetas oficiales, camisas polo oficiales y hasta botones conmemorativos oficiales. La mitad más uno de los productos a la venta en MundoGAT son de su creación y autoría.

También implementó la figura del Reporte Técnico y el Premio Chipote a la figura de la cancha.

Más que un grande fue Kiko... pero como todo lo bueno, tendría un final. El GAT empezó a perderlo cuando conoció el Evangelio en el eje religioso Cali-Chipichape-Yumbo, donde se hizo amigo de Carlitos (Puente) y aprovechó que le dieron la confianza y se inmiscuyó en las duchas del América para ver a Calarcá Bermudez y otros especímenes del rentado nacional “como Dios los trajó al mundo”. Luego conoció el amor, consiguió trabajo, se puso corbata, se metio a gimnasio y se nos perdió con la contabilidad del Periodo Fiscal 2005-II, cuando fue DT, volante y tesorero del GAT.

Muchos lo acusan de ser la mentira más grande de la historia del club y piden una sección especial para él, pero gente que tuvo la devoción de Kiko hacia la institución está por encima del bien y el mal. Kiko llegó, y llegó para quedarse.