3 de abril de 2007

MAX TIBURON

Aquel fatídico 1994, cuando tu Selección ya era campeona del mundo y Bavaria le giraba millardos a los Asprillas, Rincones y Trenes Valencias si celebraban los goles con el dedito en alto, el baretero más gomelo de Colombia tuvo una idea que iba a representar varios millones (de pesos a él, de lágrimas a nosotros).
Un cocodrilo de plástico con cachucha, guayo y media baja como el Pibe en sus inicios, al que si tú le frotabas la barriguita le iba a dar suerte a la Selección... claramente la idea más estúpida del mundo, no?
Pues no: Felipe Santos, con el guiño beneplácito de Bavaria, facturó, según fuentes no autorizadas, más de 200.000.000 de pesos de la época (unos 450.000.000 de hoy). Este pueblo del sagrado corazón, desde inocentes universitarias que nunca habían visto un partido completo -ni los de los novios- hasta yuppies de mano firme y corazón grande, fomentaron la venta de este esperpento plástico en Pomonas, semáforos, droguerías y perfumerías, y se comenta que el mismísimo Don Julio Mario en persona no pudo escapar a la fiebre tricolor exacerbada por su empresa consentida, y encargó desde Francia una toalla en crochet con Max Caimán estampado. Todo un país frotó y frotó esa amarilla barriguita mientras los rumanos y los gringos nos vapuleaban sin misericordia.... ya para el partido ante Suiza, millones de Max Caimanes yacían en las canecas, junto a pelucas del Pibe y botellas de Cristal vacias... toda esa frotadera de barriga trajo a la Selección Colombia la peor suerte de su historia... mala suerte que se ha prolongado por más de 12 años y que no parece menguar.
Pues bien, de nuevo con el patrocinio de un Don Julio, El Gran Aguante Tiburón, institución conformado en su mayoría por criollos de poca memoria, te obsequia por compras iguales o superiores a cien mil pesos en Tatoo o Bettina Spitz, un muñeco de Max Tiburón. Llévalo a tu casa y frótalo, frótalo con ganas que no te va morder... a diferencia de la Selección Colombia del 94, nosotros ya no podemos tener peor suerte.


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