
Bastaron un par de semanas para darnos cuenta de las limitades capacidades técnicas de Pocho -tan limitadas como las del resto del plantel- pero también para darnos cuenta de la seriedad de su compromiso... con el estudio: este hijuemadre se la pasaba estudiando -o eso nos decía a nosotros y a sus papás-, y no propiamente el planteamiento táctico del Milan.
-“Davidcito, y donde andará Pocho?”
-”Me dijo que tenía un parcial el lunes... no creo que venga”
“El estudio hace grandes a los hombres” dijo alguna vez el poeta greco-caldense... Pocho debe ser, hoy por hoy y como mínimo, la mano derecha de Gina Parody.
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